Atrás dejamos las hortalizas y frutos como el tomate rosa, el pimiento o el calabacín. Las temperaturas ya han bajado lo suficiente y estas plantas no lo resisten. Por eso hablamos de hortalizas y verdura de temporada, ya que en cada estación del año, la huerta produce determinados frutos, siempre dependiendo del clima. Todas las variedades de la col como la coliflor, el repollo, el brócoli o la lombarda son resistentes a las bajas temperaturas. Estas verduras se plantan escalonadamente, desde junio a septiembre y se comienzan a recoger a principios del otoño y su cosecha se prolonga hasta la primavera.
Las cebollas también son resistentes a las bajas temperaturas, tienen muchas "capas" que les protegen del frío. Un ejemplo es la planta de cebolla Babosa Valenciana se planta en otoño e invierno. En este tiempo crece lentamente y va desarrollando una raíz fuerte que le permitirá crecer rápidamente cuando comience a subir la temperatura, en los primeros meses de la primavera. Aproximadamente permanece en la tierra durante 6 o 7 meses.
No nos podemos olvidar del cardo, estrella del invierno e indispensable en Navidad. El crecimiento y producción del cardo es de ciclo largo. Necesita aproximadamente seis meses desde su plantación hasta su cosecha. Durante los meses de junio y julio comienza su plantación y se recogen a final del año. A mitad de este ciclo, en los meses de octubre y noviembre, los cardos deben taparse para evitar el frío y para que el color verde se vuelva blanco. Este proceso se puede realizar con sacos de papel o con tubos preparados para ello.
